Los robots. La inteligencia artificial. Los robots dotados de conciencia e inteligencia. Para muchos un esplendoroso horizonte se dibuja al escuchar estas palabras, en donde el trabajo físico humano pase a la historia, incluso el intelectual, y podamos, simplemente, ser ciudadanos de un mundo trabajado por los robots y disfrutado por los humanos. Para otros, rápido vienen a su mente visiones distópicas del futuro en donde los humanos hemos pasado a ser reemplazados por las máquinas y no somos capaces de encontrar nuestro lugar en el nuevo mundo, condenados a desaparecer como especie debido a la teoría de la evolución: ha llegado nuestro relevo en la biología evolutiva
En verdad, no sabemos cómo va a ser ese futuro emplazado en unas cuantas décadas a partir de este momento, pero seguramente principalmente tenga mucho que ver con cómo seamos capaces de diseñar el sistema que ha de reemplazar al actual, y en cómo nos relacionemos con estas nuevas “personas” tecnológicas que pueden ir desde los meros robots técnicos hasta las más avanzadas mezclas bio-tecnológicas aunando lo mejor de hombre y de máquina.
¿Cómo será nuestra relación con los robots?
Sobre este tema reflexionan en portal científico The Conversarion en su entrada “¿Por qué tememos a los robots?”. El artículo podría resumirse en una sola frase: iremos desde una relación de desconfianza hacia la comunicación abierta. A través de varios prismas históricos y científicos, el artículo analiza cómo nuestra relación con los robots humanoides inteligentes pasará por distintas fases, desde el miedo y el rechazo hasta naturalizar completamente nuestra relación con ellos. Todo en palabras del antropólogo Joffrey Becker
Un interesante recorrido por la condición humana desde la perspectiva de nuestra interacción con los cambios que se aproximan