Todas las cartas enviadas a través del servicio postal de correos de EEUU este año equivalen a 5 PB (Petabyte, 1.000.000 GB, 250 bytes). Google procesa alrededor de 1 PB a la hora. El rápido crecimiento de generación de datos es evidente. IDG en su IDG Enterprise Big Data Study, 2014 llegó a la conclusión de que se está produciendo un incremento exponencial de la cantidad de datos gestionados por las organizaciones, con una previsión de crecimiento del 76% en los próximos 12 a 18 meses. Los números abruman. Exabyte (EB, 1.000 PB, 260 bytes), Zettabyte (ZB, 1.000 EB, 270 bytes), Yotabytes (YB, 1.000 ZT, 280 bytes, actualmente lo más grande imaginado).
Es tal la cantidad de datos que generamos en nuestras interacciones que las empresas están intensificando sus esfuerzos para gestionarlos y ser capaces de extraer valor para su negocio. Casi el 49% está inmerso en un proyecto Big Data o lo va a estar próximamente. No es de extrañar. El poder alimentar la inteligencia de negocio con datos en tiempo real, a la vez que se mejora la proactividad hacia el cliente disponiendo de información para trabajar con escenarios predictivos, es una ventaja enorme.
Desde el punto de vista de tamaño de empresa, las grandes llevan ventaja a las pequeñas y medianas en la implantación de proyectos Big Data. Entre las principales limitaciones que éstas se encuentran están: la disponibilidad de presupuestos y la selección de trabajadores cualificados para analizar y gestionar los datos. Los perfiles que mayormente buscan son: científicos (27%), arquitectos de datos (24%), analistas de datos (24%), visualizadores de datos (23%), analistas de investigación (21%), y analistas de negocio (21%).
Sin embargo, la penetración real, o mejor dicho, el uso intensivo del Big Data se está haciendo mayoritariamente en compañías digitales donde es crítico el análisis para poder tocar al ‘cliente virtual’. Estas compañías han conseguido ventajas competitivas que les ha situado en posiciones dominantes en el mercado, el caso de Amazon es un ejemplo. Este tipo de empresa, con organizaciones generalmente más horizontales y multidisciplinares, favorecen la adaptación y flexibilidad necesarias para el cambio y adopción de iniciativas multifuncionales. Porque si pensamos en el ROI, un proyecto Big Data debe ser multifuncional, desde marketing hasta finanzas, si no, se caerá en una iniciativa en silo costosa y poco eficaz. No existe un problema tecnológico, la tecnología está. Es más bien un problema de transformación digital y restructuración de las organizaciones.
Big Data está abriendo una valiosa ventana de información, desde los hábitos de compra del consumidor, hasta el inventario disponible. Pero esta visión interna es muy limitada si consideramos el crecimiento del negocio digital.
Gartner ha identificado tres tendencias que describen la capacidad de la gestión de la información para transformar los procesos de negocio en los próximos años:
- En el 2020, la información se utilizará para reinventar, automatizar o eliminar el 80% de los procesos de negocio y productos de la década actual.
El desarrollo del internet de las cosas proporcionará nuevos tipos de datos en tiempo real suministrando información a la cadena de valor y facilitando la automatización de los procesos con decisiones programadas.
Como ejemplo, nuestra nevera podrá emitir un pedido de leche cuando la última botella este al 50% de su capacidad.
- En 2.017, más del 30% de las empresas accederán a un amplio Big Data a través de intermediarios de servicios de datos que añadirán contexto a las decisiones de negocio.
El negocio digital cada vez más exigirá tiempo real. Para poder anticiparse, las organizaciones deberán saber que pasa dentro y fuera, y la información actual no es suficiente. Se necesita el contexto para soportar las exigencias del negocio digital. Un contexto muy disperso y voluminoso, distribuido en cientos de miles de web, dispositivos y medios sociales.
Surgirán una nueva categoría de servicios en la nube cuyo objetivo será proporcionar al negocio los datos que necesita para sus operaciones y procesos de toma de decisiones.
- En 2.017, más del 20% de las evaluaciones que los clientes realicen sobre los productos aprovecharán el internet de las cosas.
La disponibilidad de información por parte del consumidor (a través del móvil, medios sociales, la nube,…) sobre sus vendedores, creará un nuevo estilo de valoración basado en los datos de miles de sensores integrados en los productos. Esta información, mucho más objetiva, puede ser un factor diferencial clave para las marcas.
Queda aún terreno por recorrer, de hecho el 39% de las organizaciones todavía ni están pensando en implementar una iniciativa Big Data. Quizás esté aquí una de las claves de supervivencia de las empresas en un futuro inmediato, en transformar el actual enfoque interno de gestión de la información, hacia una participación más activa en la actual reserva global de información.