Poco a poco vamos viendo cómo la madurez del Big Data evoluciona desde su fase embrionaria en la que se presentaba un panorama de grandes posibilidades pero quizá pocas aplicaciones hasta un estado de desarrollo inicial, una especie de mitad de la primavera, en el que las compañías están empezando a tomar el análisis y la aplicación práctica de los datos como algo a nivel estratégico, definiendo qué iniciativas sobre los datos que han ido recopilando y almacenando durante los últimos años tendrán mayor impacto a corto plazo sobre sus negocios, a la vez que trazan estrategias simultáneas para el largo plazo. Parece que por fin están surgiendo las preguntas correctas para utilizar eficazmente ese gran saco de respuestas que es el Big Data
Al menos eso se infiere leyendo este reporte de The Economist Intelligence Unit titulado Big Data Evolution, que puedes descargar gratuitamente en el enlace. El reporte estudia la evolución de las compañías respecto a cómo gestionan y emplean los datos desde el año 2011, hablando de el estado actual del Big Data en las empresas como un estado de adolescencia, y las pautas para llegar a la edad adulta.
Uno de los datos que más sorprende es cómo en solamente unos años, el porcentaje de empresas que se consideran en un estadio de “Gestión Estratégica de Datos”, es decir, aquellas que ya tienen una estrategia bien desarrollada para la recogida y análisis de datos, ha pasado de un 18% en 2011 a un 33% en 2015, mientras que aquellas que se consideran simples “Recolectores de Datos”, ha caído desde el 28% al 20%, como vemos en el gráfico superior
Un interesante reporte que nos descubre cómo está evolucionando el Big Data en el esquema estratégico de las empresas, llegando hasta ser una prioridad para los órganos directivos de las compañías