Atraer y retener al mejor talento es uno de los grandes retos de las empresas. No en vano, es precisamente el talento lo que, cada vez más, diferencia unas empresas de otras. Los costes de no crear estrategias que nos permitan conquistar al talento son tan variados como cuantiosos. Según datos de 2018 de KPMG, “el más fácil de calcular es el coste de reemplazar a los trabajadores que se marchan: se estima entre el 50% y 150% del salario anual del nuevo empleado. Existen otros costes, no tan sencillos de cuantificar, tiene que ver con el déficit de talento que puede sufrir la compañía, la desmoralización interna, la falta de compromiso de los empleados, el impacto potencial en la relación con clientes y en la marca como empleador en un mundo digital e interconectado en el que las valoraciones fluyen rápidamente y a los ojos de todos por las redes sociales.”

Y en este escenario aparece la pandemia de coronavirus y sus consecuencias durante los ya más de 18 meses que nos acompaña. El más impactante a nivel laboral en todo el mundo seguramente esté siendo “La Gran Renuncia”, un fenómeno que está viviendo Estados Unidos de manera inusual. Millones de empleados están dejando sus trabajos en búsqueda de mejores oportunidades. Algo que puede convertirse también en un fenómeno global, a juzgar por los resultados de un estudio encargado por Microsoft que revela que más del 40% de la fuerza laboral global está evaluando la posibilidad de cambiar de empresa este año.

Todo esto ha llevado a buscar en el blog sobre vida laboral de la BBC no ya las causas de esta situación, si no las consecuencias: ¿Qué es lo que realmente hará que nuestros empleados no abandonen la empresa? 

Al centrarse en la situación de Estados Unidos, el análisis nos menciona asuntos relacionados con el bienestar de los empleados que en la mayoría de países europeos están garantizados por ley como puedan ser las vacaciones remuneradas, las bajas por nacimiento de hijos o similares. Pero hay un nexo común entre lo que sucede allí y lo que sucede en el resto del mundo, y tiene que ver con el trabajo remoto.

No en vano, en los últimos meses, según informes de The Society for Human Resource Management, las empresas estadounidenses han incrementado en un 78% la opción de teletrabajo para sus empleados, algo que concuerda con las expectativas reflejadas en un estudio internacional encargado por Microsoft, el cual revela que el 70% de los empleados quieren que las empresas tengan opciones flexibles de trabajo remoto.

Se combina así lo que busca el talento humano con lo que necesitan las empresas: atraer y retener a los mejores empleados posibles, sean quien sean y estén donde estén, sin límites geográficos o barreras físicas. 

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Sobre el autor

Maritza Múnera Puerta

Desde hace más de 20 años lleva los departamentos de comunicación de empresas de contact center.

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