En el deporte, los colores de un club, su nombre, el escudo y la camiseta expresan mucho, pero el orgullo de pertenecer es el denominador común. La expresión: “tener la camiseta puesta” resume ese sentido de pertenencia. Ser fan de un club, de una marca de ropa, de calzado o de coches, habla mucho de nosotros. Son aspiracionales que nos identifican, que nos pertenecen porque los hacemos propios.
En nuestra industria, los Contact Center y especialistas en customer experience, promovemos las métricas como centro potencial del desempeño de nuestra compañía. Medimos la satisfacción de nuestros clientes, aplicamos indicadores claves de desempeño a la satisfacción de la experiencia de los clientes de nuestros clientes; implementamos métodos para medir y establecer la polaridad de la “emocionalidad” de quienes interactúan con nuestros colaboradores a través de los canales de atención y tomamos a la excelencia como principal bandera.
Hace años, incorporamos al NPS (Net Promotor Score) como “el” indicador de nuestra reputación en el mercado, creado a partir de la evaluación y calificación que realizan nuestros stakeholders.
Ahora bien, qué ocurre puertas adentro en nuestras empresas. Cómo están nuestros colaboradores, qué hacemos como organización para contribuir con su bienestar, cómo nos ocupamos de lo que les preocupa.
En el top of mine de los colaboradores
La fidelización y la consecuente retención de talentos es una de las acciones donde mayor foco ponen los profesionales responsables de la gestión del Talento Humano. Muchas veces, nos encontramos con casos de empresas que focalizan sus esfuerzos en el posicionamiento en el mercado de marcas, productos y servicios y no le otorgan la misma energía en convertirse en un referente dentro de sus clientes internos.
La marca empleadora o el employer branding es una tendencia en crecimiento en un contexto en el que la competencia por los buenos colaboradores se torna más incisiva. Desde hace más de una década, el concepto de employer branding se encuentra en primera persona. A partir de allí, medir el clima laboral, establecer métricas de medición y accionar para elevar el Happiness Index, o índice de la felicidad, dentro de nuestros colaboradores, establecer planes de carrera y una serie de beneficios para fidelizar a lo que más nos interesa: los colaboradores, conforma el centro de las estrategias de las direcciones de Talento Humano, no tener un norte en estos paraguas de gestión, sería un grave error.
En tal sentido, promover la “Marca Empleadora” como una política de satisfacción y retención de talentos es una “Política de Estado” para una organización. Lograr sentido de pertenencia, mayor compromiso laboral o engagement, convertirse en un referente para el sector, son los componentes principales del “Employer Branding”. Los colaboradores eligen trabajar en nuestra organización porque se sienten felices, porque los valores de la empresa se alinean con los suyos, porque se apropian de los atributos y comparten los objetivos; en definitiva, porque se sienten orgullosos de pertenecer a una empresa que goza de una buena reputación y un sólido posicionamiento en el mercado.
Y este proceso de construcción de una imagen corporativa aspiracional, no sólo es patrimonio de la dirección de Capital Humano, Recursos Humanos o Gestión de Talentos; sino que es una acción multidisciplinaria en la que confluyen la Comunicación (transmisión del propósito, valores, misión, visión, objetivos), Marketing (construcción de una marca con atributos positivos en el mercado) y Tecnología, que hace que todos los procesos y actores interactúen de manera fluida con métricas que marquen el rumbo.
En el ámbito empresarial, es común que se promuevan métricas como centro potencial del desempeño de la compañía. Se miden las métricas de satisfacción de los clientes, se aplican indicadores claves de desempeño y se toma a la excelencia como bandera. La fidelización y la consecuente retención de talentos es una de las acciones donde se enfocan los profesionales responsables de la gestión del Talento Humano.
Employer branding es tendencia
La marca empleadora o el employer branding es una tendencia en crecimiento para convertirse en un referente dentro de los clientes internos. Es una acción multidisciplinaria en la que confluyen la Comunicación, Marketing y Tecnología. En definitiva, se busca construir una imagen corporativa aspiracional que genere sentido de pertenencia, mayor compromiso laboral y engagement. Además, una óptima experiencia de nuestro colaborador en la interacción con nuestra organización, contribuye a la satisfacción de nuestros clientes.
En resumen, en el mundo empresarial, el concepto de marca empleadora o employer branding es crucial para fidelizar y retener a los colaboradores, y construir una imagen aspiracional que promueva el sentido de pertenencia, el compromiso y la felicidad en el trabajo. Esto no solo depende del área de Capital Humano o Recursos Humanos, sino que es una acción multidisciplinaria en la que confluyen la Comunicación, el Marketing y la Tecnología, y que debe tener como objetivo final mejorar la experiencia tanto de los colaboradores como de los clientes. En definitiva, es fundamental comprender que el éxito de una organización depende en gran medida de la calidad del talento humano que la conforma.