Quienes hayan visitado Roma, o sin visitarla, quienes conozcan la historia de la ciudad, no podrán dejar pasar por alto la admiración del llamado Coliseo Romano. Un análisis histórico de este anfiteatro construído en el siglo primero d.C y que ha perdurado hasta nuestros días nos hace entender perfectamente la historia de Europa desde aquella civilicación, que cimentó la nuestra, hasta el presente. Utilizado en sus primeros siglos como centro de ocio y reunión, para algunos en su época símbolo de la grandeza cultural del Imperio, para otros síntoma de su decadencia, estuvo en activo como lugar de celebraciones de distintos festejos y actuaciones (también ejecuciones) más de quinientos años. Pero llegó la Edad Media, y el edificio entonces sirvió como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios. Aquello me hizo pensar a lo que podría pasar si dentro de unos cientos de años hemos olvidado todos los conocimientos tecnológicos y utilizamos las naves espaciales para guardar el grano recolectado.
Así, los distintos Renacimientos europeos (el más famoso seguramente el italiano del siglo XV en adelante) sirvieron de impulsor cultural, social y científico para traernos hasta la edad moderna. De la misma manera, Jeff Bezos, el CEO de Amazon, considera que la inteligencia artificial está a punto de vivir su propio Renacimiento, tras décadas de ser considerada una idea inalcanzable y destinada casi a propósitos dignos de atracción de feria. No en vano, los actuales “colosos” mundiales de la ciencia tecnológica están trabajando al unísono en convertir la inteligencia artificial en una realidad para nada virtual. Google, IBM, Amazon, Facebook… desarrollan sin descanso soluciones de machine learning, machine vision y procesamiento del lenguaje natural para hacer que estas máquinas del futuro sean lo más parecidas posibles a un ser humano.
Bezos nos convence de los progresos que se están haciendo, y de los problemas reales que estamos siendo capaces ya de resolver, gracias a esta “Era Dorada” de la inteligencia artificial. Cosas que antes parecían limitadas a la ciencia ficción, hoy están en nuestra mano, están sucediendo. Te lo cuenta el propio Bezos en este vídeo
Todas las señales parecen indicar una cosa clara: estamos en los albores de una nueva realidad, y esta será moldeada en gran medida por la inteligencia artificial y las nuevas capacidades que estamos a punto de conferir a las máquinas. Ahora queda en nuestra mano ser capaces de utilizar estos cambios que llegan para mejorar las vidas de los integrantes de nuestra sociedad, pues no son pocas las voces relevantes que nos advierten de los peligros que implica la nueva realidad dominada por las máquinas a no ser que la moldeemos previamente.