¿Qué es para mí la innovación? Mi forma de entender la innovación, aunque quede una definición vaga, es: Realizar cualquier acción de forma diferente a como se venía realizando o crear dicha acción que antes no existía. Tecnología e innovación no son sinónimos. Aunque en muchas ocasiones la tecnología sea innovadora, en la mayoría de los casos, si hablamos en el sector empresarial, lo que supone la tecnología no es innovación sino una mejora o actualización de la actividad.
Si por ejemplo un comercio físico añade a su forma de mercado un e-commerce ¿está innovando? Innovación no es la acción en sí de montar un e-commerce. La innovación, vendrá de la gestión y coordinación del e-commerce con la tienda física. El secreto en este caso está en ser capaz de homogeneizar la versión física con la digital del negocio en cuestión. Conocer qué busca tu potencial cliente y cómo lo busca. Muchos comercios digitales están optando por estar presentes también como negocio físico. Esto está ocurriendo porque todos los modelos tienden a estar presentes en todos los canales.
Si eres propietario/a de una tienda física en la que está muy potenciada la atención personalizada al cliente, en el canal online tiene que estar igual de potenciada esta atención. Esto significa que en la versión online de tu negocio tiene que haber una forma de comunicación directa, muy ágil e intuitiva para todos tus clientes. Hablo de tener un chat con un contacto directo con personas, servicio de WhatsApp o cualquier sistema similar. Supongamos que un comercio físico es popular y reconocido por su increíble velocidad atendiendo a sus clientes y realizando el servicio. Esto se puede seguir manteniendo en el caso de la venta por Internet. En este canal una gestión rápida de una venta es aquella donde la compra se formaliza en el mínimo número de clicks posibles. En términos más técnicos, es tener un embudo de conversión muy corto.
No se necesita aplicar temas informáticos para innovar. La tecnología no es más que una herramienta de las muchas que tenemos a nuestra disposición. Prueba de ello es que se puede ser puntero en un sector y destacar solamente trabajando otras áreas del negocio y explorando otros sistemas, haciendo las cosas de forma diferente o simplemente haciendo cosas que no se hacían.
Imaginemos una carnicería-charcutería de las de barrio. Lo primero que tenemos que saber es qué puntos fuertes tiene frente a sus competidores, supermercados de proximidad e hipermercados para barrios dormitorios. Vamos a intentar pensar algo que vaya un paso más allá de lo que sería lo obvio. Se requiere de un estudio previo de la clientela, sus hábitos y contexto actual. Un análisis del contexto actual es lo que puede dar más pistas sobre la dirección donde enfocar esfuerzos. Actualmente tienen cierta relevancia los diferentes contenidos (blogs o videoblogs) y programas televisivos sobre cocina. Además va acompañado del auge del término “foodies” para el grupo de personas que se consideran “amantes de la comida y la bebida”. Es una de las tendencias surgidas en estos últimos años. Con estos datos, quizás una propuesta interesante para esta tienda de productos cárnicos sea que, aparte de venderlos, ofrezca una vez en semana una clase teórico-práctica sobre sus diferentes productos, o clase de despieces y cuchillos, o cómo cocinar los productos, o una degustación de productos exóticos o menos vendidos, etc… Aprovechar el tirón que hay ahora por la cultura gastronómica y su entorno para atraer a clientes de la zona. Esto es innovación, y no necesita implementar nada tecnológico. Lo digo en muchas ocasiones, a veces la innovación es simplemente escuchar.
Un último ejemplo centrado en empresas más grandes. Esto es un caso real que ya está en marcha y no ha supuesto entrar en temas digitales o de Internet. Por todos es conocida la leyenda real de las aceitunas de America Airlines, una “tontería” que le supuso un ahorro importante. Sin embargo, las compañías aéreas han seguido trabajando esa inventiva para ser más competitivas. Algunas han trabajado los carritos de asistencia, otras han ido a por los cubiertos de las comidas a bordo. Haciendo cubiertos de plástico han reducido peso en el avión además del coste de fabricación. Pero no es todo, también los hacen ligeramente más pequeños y en algunas líneas, han suprimido las cucharas realizando menús sin alimento fluido a excepción de la bebida. Estas compañías aéreas han ido haciendo pequeñas modificaciones poco a poco, siguiendo el ensayo-error. A medida que han hecho pruebas y logrado mejoras, las han implementado. Cuando se han equivocado han sabido retroceder rápidamente y buscar otro camino. Eso es innovar según yo lo veo. No han dejado de pensar formas de hacer cosas diferentes, o diferentes formas de hacer la misma cosa.
Resumiendo, innovar se puede hacer tan complejo o simple como sean nuestras ideas y no es obligatorio tener una gran partida presupuestaria para este fin. Sólo necesitamos tres cosas. Primero tener ganas, segundo conocer el sector/negocio en el que nos movemos y por último, cuestionarnos si existen otras formas de hacer lo que estamos haciendo.