Poco a poco, la Inteligencia Artificial va teniendo más cabida en nuestra vida cotidiana y profesional. Después de ChatGPT, uno de los hitos tecnológicos con mayor acogida en la actualidad es la IA como generadora de imágenes.
Existen diversas plataformas de IA gratuitas y de pago capaces de crear ilustraciones o imágenes realistas a partir de los parámetros que introduzca el usuario. En este artículo repasamos algunos de los sistemas más utilizados y ponemos a prueba algunos de ellos. ¿Con cuál empezarías?
Hotpot
Hotpot es una de las herramientas de Inteligencia Artificial más completas del mercado. No solo posee la capacidad de crear piezas gráficas desde cero, sino también composiciones fotográficas y textuales. Todo ello a través de plantillas que permiten crear fácilmente maquetas.
Con el generador de imágenes de Hotpot podrás crear imágenes con una breve instrucción inicial, borrar el fondos o eliminar objetos, restaurar imágenes, aplicar color, etc. Todo ello con una galería de imágenes de muestra, que pueden servirte de fuente de inspiración.
El apartado de generación de textos con IA funciona de forma similar, seleccionando un género o finalidad concreta (brainstorming de contenido, NFTs, composición de canciones, literatura, descripciones de producto, etc.).
Hotpot es gratuita, aunque la versión free tiene una cantidad máxima de piezas diarias. Con la opción premium se obtiene un número ilimitado de descargas y la posibilidad de personalizar el tamaño de las piezas a tu gusto, además de usarlas comercialmente.
Para probar Hotpot no necesitas registrarte ni crear una cuenta.

Stability AI
Stability AI es una iniciativa de Stable Difussion, una compañía fundada en 2021 con la participación de Amazon Web Services, y relanzada en noviembre de 2022 con su nombre actual.
Se trata de una plataforma de código abierto, lo que significa que la propia comunidad de usuarios la mejora permanentemente.
El funcionamiento es similar al anterior. A través de una breve descripción y una serie de parámetros, o incluso a partir de una imagen subida previamente, el sistema ofrece imágenes generadas automáticamente. En este caso ofrece cuatro resultados.
Te interesará saber que puedes empezar a usarla gratis, aunque es necesario crearse una cuenta. También has de saber que no es capaz de recoger órdenes en español, aunque en inglés nos ha dado buenos resultados.
En esta prueba hemos introducido el enunciado “astronaut reading a newspaper”. Inmediatamente, nos ha ofrecido las imágenes que se muestran a continuación:

DeepAI
DeepAI también es un software de código abierto para uso y disfrute de todos los usuarios, con la condición de que te abras una cuenta. También tienes la versión “pro” sin restricciones desde 4,99$ (en el momento de redactar este artículo).
Es capaz de crear imágenes a través de una entrada de texto o de editar cualquier imagen. Puedes escoger un estilo de su librería para obtener diferentes acabados.
Al igual que Hotpot, incorpora un generador de textos con IA, por lo que ofrece una polivalencia de servicios que no tienen todas las plataformas.

DALL·E 2
DALL·E 2 es un producto de OpenAI, creadores del famoso ChatGPT. Se trata del generador de imágenes más sofisticado del mercado. Tanto, que a fecha de este artículo, solo está disponible para unos pocos artistas privilegiados y desarrolladores. Lo que sí puedes probar desde ya es Dall-e, es decir, la primera versión del software.
Eso sí, para poder usar Dall-e necesitarás comprar créditos, no es gratuito. Con una misma cuenta podrás acceder a todo el portfolio de productos de OpenAI, tanto ChatGPT como DALL·E 2.

Como ves, son muchas las alternativas, aunque la mayoría de plataformas tienen restricciones en su versión gratuita. Para trabajar con imágenes al tamaño deseado y poder utilizarlas con fines comerciales, la mayoría requieren cuentas premium.
Sin duda, la introducción de herramientas basadas en IA con fines profesionales o artísticos no ha hecho más que empezar. Y el debate está servido, como con cualquier tecnología disruptiva; ya pasó con las criptomonedas o las redes sociales, por poner algunos ejemplos.
La reducción de los esfuerzos creativos y el recelo a tecnologías que pueden suplantar a humanos son los principales argumentos de aquellos que alertan sobre las consecuencias de su uso. Otros opinan exactamente lo contrario, que estas técnicas suponen un impulso a la producción y al ingenio. Sea como fuere, la Inteligencia Artificial ha venido para quedarse.