Si algo hemos aprendido con los acontecimientos vividos estos últimos meses marcados por el inicio de la pandemia mundial de coronavirus es que, de un día a otro, todo puede cambiar radicalmente. Si, es cierto que hay signos que nos hacen empezar a intuir un cambio en ciertas tendencias. Pero también es cierto que nadie se imaginaba y casi nadie estaba preparado para lo que sucedió el día después al confinamiento masivo que ha ido teniendo lugar sucesivamente en distintas geografías del globo. 

El salvavidas ha sido, en aquellos sectores y negocios que se ha podido, adoptar el teletrabajo, habilitado sobre todo por herramientas en la nube. ¿Cómo es posible que, de un día para otro, las empresas hayan sido capaces de activar miles y miles de puestos de trabajo remoto? El secreto está en una de las características más promocionadas de las tecnologías cloud: su capacidad de escalabilidad. De manera dinámica, las soluciones en la nube permiten, de manera ágil y sencilla, crecer en servicios recursos de manera exponencial. Un ejemplo nos la da uno de los gigantes proveedores de este tipo de tecnologías, Google. La compañía norteamericana fue capaz de dar respuesta a una demanda 30 veces superior a la normal en Google Meet ante la adopción masiva de esta aplicación web de videoconferencia por parte de usuarios y empresas de todo el mundo. En la entrada del enlace nos explican cómo fue el proceso que diseñaron para que su capacidad de servicio estuviera siempre alineada con la demanda de sus usuarios.

¿Estaría tu empresa preparada para otro gran cambio?

La primera vez nos ha cogido a casi todos por sorpresa, y se ha solventado la situación lo mejor que se ha podido, con mayor o menor acierto. Pero ¿y si llega una segunda oleada de pandemia que nos obliga de nuevo a girar el timón? ¿estarías preparado para habilitar en pocas horas decenas o cientos de puestos necesarios en modo teletrabajo para continuar tu actividad? No solo por un posible rebrote: un corte de suministro eléctrico en tu sede, un desastre natural o climatológico, huelgas de transporte o situaciones de conflicto social que impiden a tus trabajadores acceder a los centros laborales… existen multitud de acontecimientos que pueden detener la actividad de un negocio, pero los que han hecho bien sus deberes ya están preparando planes de contingencia que les permitan habilitar en pocas horas los puestos de trabajo que necesitan, y en pocas horas más crecer hasta donde haga falta. 

Introducir en los planes de contingencia la capacidad para habilitar puestos en modo teletrabajo en pocas horas debería ser una preocupación prioritaria en las empresas una vez aprendido del contexto actual. Contar con soluciones que, a muy bajo coste, permitan disponer puestos latentes de teletrabajo, activados rápidamente cuando la empresa necesite, puede ser una ventaja competitiva que marque la diferencia de aquí en adelante.

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Sobre el autor

Mariano Regidor

Dos décadas de trayectoria combinadas en el área de operaciones del Contact Center y el marketing de contenidos al servicio de la Experiencia del Cliente.

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