Gula, pereza, soberbia, lujuria… estos son algunos de los siete pecados capitales rechazados por el cristianismo primitivo de los cuales nacen todos los demás males humanos. Sin irnos a castigos divinos ni a temas celestiales, en el plano terrenal hay una serie de “pecados capitales” que debemos evitar a toda costa si queremos ofrecer una excelente experiencia de cliente. Éstos pecados capitales no son simples fallos de los que recuperarse, son, según el blog de neosperience, fallos graves de los cuales será muy dificil recuperar el estatus positivo una vez cometidos. Y se basan en una estadística demoledora: El 89% de los clientes han dejado de hacer negocios con una empresa después de una experiencia de cliente pobre.
En esta era del consumidos en donde la imagen de una empresa ya no se basa solo en la calidad de sus productos, si no en la experiencia que ofrece a sus clientes, cometer alguno de los “pecados” de esta lista puede llevar a las marcas a consecuencias tan concluyentes como el fin de las relaciones con sus clientes. Accede a la lista completa en este enlace