La mejora continua se conoce como el proceso por el cual se busca optimizar y mejorar los modelos de gestión o de productos, eliminando actividades que no agregan valor a los mismos. La constancia en esta práctica de detección de errores o áreas de mejora, permite conseguir un método eficaz para lograr la calidad total, también denominada excelencia.

Esta razón justifica su importancia, ya que permite identificar las operaciones, las habilidades de los empleados o de las tecnologías que podrían aportar valor añadido, para conseguir procesos más fluidos que llevan a un crecimiento comercial general.

Metodologías de interés

Para conseguir la excelencia mediante la mejora continua, existen varias metodologías, dos de las más importantes son:

  • Ciclo PHVA o ciclo Deming:

Fue dado a conocer por Edwards Deming en la época de los años 50. Esta se basa en los conceptos del estadounidense Walter Shewart. PHVA significa: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar. En inglés se conoce como PDCA: Plan, Do, Check y Act. Este ciclo constituye una de las principales herramientas de mejora continua en las organizaciones y es utilizada principalmente por los Sistemas de Gestión de Calidad.

  • Metodología Kaizen:

Proviene de dos términos japoneses “Kai” que significa mejora y “Zen” que significa bueno o bienestar, la combinación de estas palabras crean el concepto de mejora continua.

Uno de los principios que defiende esta metodología es la idea de realizar pequeñas mejoras de forma continua a lo largo del tiempo para producir cambios importantes a largo plazo. El objetivo del método Kaizen es mejorar los procesos de forma constante para eliminar el uso ineficiente del tiempo o a la redundancia de los procesos. 

Sin duda alguna, los beneficios de implantar estrategias de mejora continua repercutirán de manera positiva, sobre todo si se involucran en este proceso a las personas que dirigen las operaciones, facilitándoles la toma de decisiones para realizar cambios positivos, personalizar los procesos de cada equipo y fomentar la curiosidad y el ingenio.

Para implementar un modelo de gestión es importante empezar con pequeños cambios, alentando a los líderes a ser abiertos y comunicativos, alejándonos de la idea de alcanzar la perfección.

Modelos de excelencia

El desarrollo de la calidad total y la mejora continua ha dado lugar a la aparición de los modelos de excelencia, que pueden definirse como marcos no normativos basados en una serie de criterios que sirven como guías de autoevaluación. De esta forma, las organizaciones pueden comprobar que están dirigiéndose por el camino correcto para conseguir la excelencia empresarial, mediante el alcance y mantenimiento de la calidad total y mejora continua de todos sus procesos y circuitos.

Estos criterios tienen que ver con cuestiones de liderazgo, políticas y estrategias, enfoque a los clientes y los trabajadores, alianzas y recursos, procesos y resultados obtenidos en las personas, la sociedad y resultados clave para la organización.

Lo más importante de estos modelos de gestión es adaptarlos al entorno y poner en práctica las estrategias necesarias para conseguir la mejora, obteniendo como resultado la excelencia de los servicios y de la compañía. 

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Sobre el autor

Rosa Berastain San Vicente

16 años de experiencia profesional en la gestión de servicios administrativos. Actualmente líder del área de Calidad y Mejora Continua de Iberia (Portugal y Marruecos) en Konecta.

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