Los modelos de acceso al trabajo de manera remota son algo reciente, pero no son algo nuevo. La madurez de los efectos de la globalización comenzada a mediados del siglo XX, así como el avance de las herramientas digitales, el incremento de la competitividad y la paulatina orientación de la economía hacia el sector servicios han transformado gradual y progresivamente el entorno laboral en este siglo XXI. Entre los nuevos modelos, el  teletrabajo ha ido ganando relevancia año tras año: Forbes refería en 2017 un estudio que demostraba que el teletrabajo había incrementado en un 115% desde 2005. El mismo concepto de teletrabajo se remonta a la década de 1970, cuando el físico e ingeniero estadounidense Jack Nilles inventó el término “telecommuting”, implementando la tecnología necesaria para un primer proyecto de trabajo remoto para los empleados de una aseguradora, con el fin de ahorrar energía en traslados minimizando así los problemas causados por la crisis del petróleo de 1973. De esta manera, no exagero al indicar que el teletrabajo es un fenómeno con medio siglo de vida. 

No obstante, el impacto que ha tenido la reciente crisis sanitaria sobre la adopción masiva del teletrabajo no tiene precedente, y más aún en regiones como Latinoamérica o España, esta última con apenas un 5% de teletrabajadores antes de la pandemia. No hay duda que, si bien esta crisis no ha sido origen, ni pieza necesaria, para entender la evolución del teletrabajo, si se ha convertido en el acelerador definitivo del desarrollo, implantación y aceptación del trabajo remoto. Según datos propios de Google, la COVID-19 ha acelerado 4 años el proceso evolutivo de la adopción del teletrabajo por parte de las empresas. Una aceleración de incluso una década a múltiples niveles: tecnológico, de cambio de paradigma al sustituir la visión tradicional de las empresas, y de expectativas del trabajador: 2021 se ha convertido, en unas semanas, en 2031.

En este contexto, la unión de personas, tecnologías y procesos se vuelve fundamental para el desarrollo de negocio. Así, una estrategia de Work from Home correctamente diseñada maximizará los resultados empresariales al aportar:

  • La capacidad de acceder al mejor talento. Por un lado, la ubicuidad del modelo rompe límites geográficos, permitiendo encontrar a los mejores allá donde estén. De otro lado, el mejor talento buscará empresas alineadas con las expectativas de una nueva generación en valores como la sostenibilidad, el compromiso social o la flexibilidad, y el teletrabajo es clave aquí.
  •  Esa flexibilidad que demanda el nuevo talento beneficia igualmente en multitud de situaciones a las propias empresas. Por poner un ejemplo, la capacidad de cubrir tramos horarios cortos o complicados se vuelve una realidad gracias a este modelo laboral remoto. 
  • La implantación de un modelo de teletrabajo sin duda tendrá un efecto positivo en los esfuerzos de transformación digital, así como en la adopción de herramientas de inteligencia artificial y automatización en las empresas. 
  • Además, se consigue homogeneizar los modelos de desarrollo y entrenamiento del talento. Nos olvidamos del “cada maestrillo tiene su librillo” tan perjudicial en muchas ocasiones y accedemos a una visión homogénea que uniformiza tanto capacidades como procesos y resultados.
  • Y todo ello impactando positivamente en el incremento de la productividad y en la reducción de costes: menos inversión en infraestructuras unido al acceso a modelos de facturación elástica en el uso de la tecnología y al descenso de rotación y absentismo de personal.

Más allá de esta ampliable lista de aportes, hemos de hacer frente a una realidad: el mundo cambió, el talento cambió, los líderes cambiaron. En el catálogo de empresas que han anunciado recientemente que el teletrabajo será un modelo permanente se encuentran algunas tan relevantes en sus sectores como Facebook, donde esperan tener al 50% de la plantilla teletrabajando para 2025, bancos como el Santander, cuya presidenta Ana Botín ya ha anunciado que fomentará el teletrabajo, o el BBVA, donde su responsable de Talento y Cultura Carlos Casas, comentó recientemente que “el trabajo en remoto ha permitido mantener con éxito la actividad, sin disminuir la productividad”, o incluso Walmart, cuyo CTO declaraba hace poco que la mayoría de sus empleados de tecnología trabajarán de manera remota después de la pandemia. 

¿Qué necesita el teletrabajo para seguir evolucionando y ser sostenible?

Este no es el primer intento que vivimos de adoptar de manera organizada y continuada el Work From Home como modelo habitual de acceso al trabajo. La década pasada contemplamos el amanecer y el ocaso de iniciativas de este tipo en empresas tan diversas como IBM, Best Buy, Bank of America o Yahoo. Incluso un directivo de Google no hace tanto respondía tajantemente a la pregunta ¿cuántas personas teletrabajan en su empresa? “Las menos posibles”. Por ello, para que las estrategias de teletrabajo tengan éxito en el medio y largo plazo, debemos ser muy cuidadosos a la hora de pensar en cómo evolucionar el modelo. Así, algunos de los pilares sobre los que debemos fundamentar esta nueva evolución del trabajo remoto serían:

  1. Herramientas de comunidad y comunicación ágiles, sencillas de utilizar y fiables. Estas herramientas servirán tanto para tener al día y alineados a los objetivos de negocio a nuestros equipos, como para incrementar la participación social de nuestros trabajadores en remoto, creando así vínculos semejantes a los surgidos en la oficina.
  2. Mejora de la infraestructura de comunicaciones. Las redes fibra óptica unidas al despliegue de tecnologías 5G, las cuales permitirán conexiones a internet sin necesidad de instalaciones con velocidades teóricas de 20 Gbps de descarga, han de ser la respuesta para garantizar la mayor conectividad posible en el domicilio de los trabajadores y habilitar toda la capacidad de las herramientas de trabajo necesarias como, por ejemplo, el streaming de vídeo en alta definición y en tiempo real entre otras. 
  3. Escalabilidad. Sin duda la capacidad de crecer de manera rápida y dinámica es una necesidad imperativa que deberá ser cubierta por cualquier iniciativa para habilitar el teletrabajo. En un entorno altamente competitivo, ser capaces de habilitar multitud de puestos en tan solo unos días o incluso unas horas se vuelve crítico para equiparar teletrabajo al trabajo en oficina.
  4. Seguridad. Por supuesto, necesitamos hacer que teletrabajar sea igual o más seguro que hacerlo en la oficina. Por ello debemos ser capaces de implementar soluciones y herramientas que tengan en el centro de su diseño la seguridad a múltiples niveles: en el acceso, en la confidencialidad, en la gestión de los datos y archivos, etcétera.

Más allá del teletrabajo: Work Anywhere Agent

Con estos pilares podemos colocar nuestra viga maestra sobre la que construiremos la evolución definitiva del teletrabajo. Esta viga maestra no es otra que estructurar perfectamente modelos mixtos remoto-oficina donde aprovechemos lo mejor de cada uno: teletrabajo para el delivery, para el trabajo que requiere máxima concentración y evitar distracciones, para entregar una alta productividad, unido al trabajo en la oficina, para potenciar las relaciones laborales, equipo de trabajo, team building, decisiones estratégicas… Como dijo la directora ejecutiva de Yahoo Marissa Mayer, “algunas de las mejores decisiones e ideas provienen de las conversaciones en los pasillos y la cafetería, de conocer a nuevas personas y de reuniones improvisadas con el equipo”. Nosotros en Konecta Cloud hemos llamado a esta visión Work Anywhere Agent, un innovador modelo que permite que los agentes puedan realizar su trabajo indistintamente desde sus domicilios, desde las sedes de Konecta o desde las oficinas de cliente, permitiendo así una máxima capacidad de adaptación del puesto de trabajo a los requerimientos y circunstancias de cada situación.

Nos ha tocado vivir una de las transformaciones más impresionantes en la forma de trabajar de la historia reciente. Hemos sido absorbidos por una fuerza descomunal hacia un horizonte de sucesos del que comenzamos a entender definitivamente hacia donde debemos dirigirnos. Está en nosotros ser protagonistas de esta nueva era o simplemente espectadores. Es hora de coger el timón y dirigir nuestros esfuerzos hacia un nuevo paradigma que evolucione el teletrabajo y lo convierta en el complemento clave de los modelos de trabajo tradicional. 

 

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Sin duda los modelos híbridos, que combinan trabajo remoto y trabajo en oficina, tienen recorrido y perspectivas de surgir triunfadores en el escenario actual y futuro. El reto ahora es comprender las necesidades que nos permitan acercar ambos mundos. En innovan.do hemos recopilado las reflexiones de distintos expertos y colaboradores de nuestro portal acerca del futuro del teletrabajo en la gestión de la relación con el cliente en este eBook gratuito

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  • Beneficios y retos del teletrabajo y del trabajo tradicional en oficina
  • La convergencia hacia los modelos de trabajo híbridos
  • Tecnología para evolucionar el Contact Center hacia el Work-from-Anywhere

 

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Sobre el autor

Mariano Castaños Zemborain

Director de Desarrollo de Negocio en América, con dos décadas de trayectoria en el sector de la gestión de la experiencia del cliente

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